miércoles, 9 de febrero de 2011

Sexo prematrimonial


El texto acá abajo no es mío. Lo copié de un artículo que salió hoy en La Nación y que no está disponible en línea. Digamos que yo no comparto los resultados del estudio, pero igual las opiniones y las conclusiones de una investigación científica no juegan en la misma cancha, así que de nada sirve mi percepción. Escuchemos sus opiniones...


De la edición impresa de@ The Economist
Enero del 2011
© The Economist Newspaper, Nueva York, 2011.

¿Cuál es el momento correcto para consumar el hecho? Si se hiciera como quieren los sacerdotes, sería poco después de la ceremonia matrimonial, pero estudios recientes muestran que tal consejo rara vez se escucha. Alrededor de un 85% de la población de los EE. UU., por ejemplo, aprueba el sexo antes del matrimonio.

Encarado con cifras como esa, ¿qué esperanza tienen en realidad el Vaticano y su estirpe? Más que hace una semana. Hasta ahora, el argumento de que las parejas deberían esperar hasta que estuvieran casadas antes de tener relaciones sexuales se ha fundamentado en mera afirmación y anécdota.

El doctor Dean Busby y sus colegas de la Universidad Brigham Young, en Utah, sin embargo, han recolectado algunos datos que apoyan la postergación (convenientemente para la universidad, que es propiedad de mormones, reconocidos practicantes de la abstinencia).

Cautelosas tácticas.@ Poco se sabe acerca de la influencia del momento sexual oportuno sobre el desarrollo de las relaciones personales de la pareja.
Pese a eso, abundan las opiniones. Hay quienes argumentan que los órganos sexuales, tanto físicos como mentales (porque, como los antiguos lo miraban, la mente es el más poderoso órgano erótico), necesitan una prueba para asegurarse de que la química entre la pareja confirme que se mantendrán juntos tanto en la enfermedad como en la salud. Otros sugieren que las parejas que retrasan o se abstienen de la intimidad sexual tempranera dan lugar a que la comunicación se convierta en la base de su atracción, y que tal cosa sirve para asegurar que el compañerismo y la vida en común los mantengan juntos cuando se apaguen las llamas que encienden el deseo.

Para examinar estas ideas más cuidadosamente, el doctor Busby y sus colegas reclutaron a 2.035 personas casadas cuyas edades oscilaban entre 19 y 71 años, y con duración de matrimonio de menos de seis meses a más de 20 años. Sus filiaciones religiosas variaban ampliamente y muchos no tenían ninguna.

A todos se les pidió que completaran un cuestionario en línea que normalmente se usa para ayudar a las parejas a comprender sus fortalezas y debilidades.
Entre las casi 300 preguntas, a los participantes se les interrogó respecto a cuándo tuvieron sexo por primera vez con su cónyuge, si sus vidas sexuales en el presente eran buenas, cómo resolvían los conflictos y con cuánta frecuencia pensaban poner fin a la relación. Además, el cuestionario tenía 14 puntos que evaluaban el grado en que los participantes eran capaces de expresar empatía y comprensión con sus cónyuges y cuán propensos estaban a ser críticos o defensivos. Todas las preguntas, aparte de aquellas sobre la frecuencia de las relaciones sexuales, se respondían con una escala de cinco puntos, donde uno indicaba muy en desacuerdo y cinco indicaba muy de acuerdo.

Debido a que la religiosidad retrasa la actividad sexual, el doctor Busby y sus colegas también preguntaron a los participantes la frecuencia con que iban a la iglesia, la frecuencia con que oraban y si sentían que la espiritualidad era una parte importante de sus vidas. Usaron las respuestas para controlar el aspecto de la religiosidad. También controlaron lo relacionado con ingresos, educación, raza y duración de la relación.

Su reporte, que se acaba de publicar en Journal of Family Psychology sugiere que la gente que retrasa el tener sexo, en verdad tienen mejores relaciones en el matrimonio, en cuatro aspectos diferentes. Ese resultado es válido tanto para hombres como para mujeres.

Desafortunadamente, el método del doctor Busby no puede distinguir la causa de esto. Podría ser, como muchos moralistas predican, que la postergación en sí hace mejor a las personas. Sin embargo, podría ser que el tipo de personas que se sienten bien al posponer el sexo también sean mejores para las relaciones personales. En otras palabras, correlación más que causa. Ese es material para otro estudio. Pero, si el resultado persiste, aun cuando se tome en cuenta la personalidad, suministrará poderosas municiones a los sacerdotes y a los consejeros en orientación matrimonial.

4 comentarios:

  1. Post para los que no estamos casados, es decir todos los acá presentes.

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  2. A mí me gusta el sexo premarital :P aaayyyyy

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  3. Di pero uno aveces sale con personas con las que uno sabe que no va terminar con campanas nupciales...entonces cual es el punto??
    Somos personas y tenemos necesidades, si pienso que las personas deberian esperar a que estuvieran lo suficientemente maduras para empezar su vida sexual...pero de ahi a esperaaaaaaaaaar y naaaaaaaadddddaaaaaaaaaaa!!! paseme el chopo

    Aparte el pto que hacia Mari una entrada pasada, y que si uno no se casa?? o que si espera hasta el matrimonio o que la relacion este muy avanzada y el sexo apesta?? ud puede terminar con su novia de año y medio y decirle miamor no soy yo, sos vos, pareces un pescado muerto en la cama y aparte tenes los pies muy frios??

    Odio estos ensayos proabstinencia que le ponen mas prejucios en la cabeza a la gente...que no podemos disfrutar del sexo en paz y nada mas!!

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